En la edad Media, los caballeros eran nobles que estaban al servicio de un poderoso señor o de un rey. Llegar a ser caballero exigía un largo y duro aprendizaje.
La formación de un caballero:
Cualquier aspirante a caballero comenzaba a prepararse en su propia casa desde niño, aproximdamente a los siete años.Hasta que se hacían mayores se preparaban y entrenaban para luego luchar contra otros enemigos.
Cuando cumplen los 10 o 12 años, el futuro caballero se iba a vivir al castillo de algún importante señor.Allí continuaba su aprendizaje mucho más en serio, ensañaba con armas y se intentaban poner parte del traje.
Normalmente, al cumplir 14 años, el paje se convertía en escudero. En esta etapa, el joven tenía que seguir atendiendo a su señor,pero ya podía luchar junto a él para tener la la oportunidad de demostrar su valor y para poder ser armado caballero.
Cuando llegaba el momento de ser armado caballero, se realizaba la ceremonia de la investidura. El aspirante, vestido de blanco y recluido en una habitación, velaba las armas durante toda una noche.
El espaldarazo consistía en tocar con la espada la espalda del escudero mientras se pronunciaban unas palabras. El aspirante quedaba así armado caballero.
La armadura:
La armadura de los caballeros podía llegar a pesar unos cincuenta kilos. Ellos solos no podían subir al caballo, por eso necesitaban ayuda de pajes y escuderos.
A caballo, el pesado traje servía a los caballeros de protección; pero, si eran derribados en tierra no podían moverse con facilidad y corrían el riesgo de ser heridos.